El conventual de San Benito de Alcántara, la Ciudad Monumental de Cáceres y el Teatro Romano de Mérida son la excepcional sede de los tres festivales de teatro señeros de Extremadura. Tres escenarios privilegiados por su arquitectura, su valor patrimonial y su carga histórica que cada verano acogen a los mejores profesionales del espectáculo teatral en sus diferentes manifestaciones.
El Festival de Teatro Clásico de Cáceres abre la temporada de teatros estivales a nivel nacional en el mes de junio, contando con un marco excepcional que comprende los distintos rincones con más encanto de la Ciudad Monumental en los que se representan las obras referentes del teatro clásico.
Le sigue el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, el más antiguo de España, y el más importante de Europa en su género, con una extensa programación que tiene lugar durante los meses de julio y agosto.
A principios de agosto, el Festival de Teatro Clásico de Alcántara cierra la trilogía de teatros de verano con representaciones en la soberbia galería porticada del conventual de San Benito.
Alcántara, Cáceres y Mérida comparten sello UNESCO, un distintivo que refuerza su excelencia. La Ciudad Monumental de Cáceres es Patrimonio de la Humanidad, así como el conjunto arqueológico de Mérida en el que se encuentra el Teatro, Anfiteatro Romano y diferentes templos y edificaciones romanas situadas en distintos emplazamientos de la ciudad, y la Reserva de la Biosfera Tajo-Tejo Internacional, Territorio UNESCO compartido con Portugal en el que se enmarca el conventual de San Benito.
Son testigos del pasado de Extremadura en los que se puede rastrear el legado de Roma en el caso de Mérida; la convivencia de las culturas árabe, cristiana y judía en Cáceres, y la época de los grandes descubrimientos del siglo XVI en Alcántara. Por eso, pasear por ellos, nos transporta de una manera excepcional y nos permite ser protagonistas en directo de nuestra historia.
Los tres espacios afrontan el paso de los siglos en muy buena forma y son todo un regalo para amantes de la cultura. También para quienes buscan la esencia de lo auténtico y un determinado estilo de vida.
Moverse entre los palacios, iglesias, conventos y casas nobles de la Cáceres Monumental es vivir la historia desde primera fila. Hacerlo por los monumentos de la Mérida romana invitan a imaginar intrigas de togas y coronas de laurel o el bullicio de mercados. O traspasar los muros de San Benito, sede de la Orden de Alcántara, cuya construcción iniciaron los Reyes Católicos.
Despertarse con el crotoreo de las cigüeñas como sonido de fondo o dormirse con el reflejo de la arquitectura histórica en la retina son encantos a medida para quienes buscan otra forma de vivir, de sentir, otras sensaciones sólo al alcance de personas especiales que saben disfrutar de otras emociones.