Extremadura tiene cielo cinco estrellas. El placer del silencio y la belleza

Al caer la noche, el cielo de Extremadura dibuja una dehesa mágica y unos cascos históricos que fascinan con su nobleza. Bajo la luz de la luna y las estrellas, las encinas y los alcornoques, se muestran especialmente majestuosos los castillos, palacios y casas señoriales que exhiben sin filtros su grandeza.

Montánchez. El origen del castillo o fortaleza, declarada patrimonio histórico español, se remonta a época romana; así lo atestigua el cuerpo principal. El resto data del S.XIII y se erigió durante la ocupación almohade, construyendo tres aljibes que se conservan. En manos cristianas, por la Orden de Santiago, el castillo protagonizó la adhesión de elementos como la muralla que rodea el recinto; en el interior está la torre del homenaje y las bodegas, y en el exterior un estanque y una ermita del S.XVII. ©Fotodronextremadura
Montánchez (Cáceres). El origen del castillo o fortaleza, declarada patrimonio histórico español, se remonta a época romana; así lo atestigua el cuerpo principal. El resto data del S.XIII y se erigió durante la ocupación almohade, construyendo tres aljibes que se conservan. En manos cristianas, por la Orden de Santiago, el castillo protagonizó la adhesión de elementos como la muralla que rodea el recinto; en el interior está la torre del homenaje y las bodegas, y en el exterior un estanque y una ermita del S.XVII. ©Carlos Criado Fotografía

El cielo extremeño tiene una calidad suprema. Su escasa contaminación lumínica hace que sea uno de los preferidos de Europa para los aficionados a rastrear auroras boreales, planetas, constelaciones o perseidas.

Alcántara. Cruzando el río Tajo se erige una gran obra arquitectónica, el Puente Romano de Alcántara. Construido por Cayo Julio Lácer, en el S.II d.C. La villa nació una vez el puente ya existía, pues era una vía de comunicación entre pueblos del imperio. Más adelante, fue clave para la orden militar de Alcántara, pues era el único acceso a la localidad desde Portugal. Su autor dejó en él inscrito: Pontem perpetui masvrvm in secula mundi (el puente que permanecerá en pie por los siglos del mundo). ©Fotodronextremadura
Alcántara (Cáceres). Cruzando el río Tajo se erige una gran obra arquitectónica, el Puente Romano de Alcántara. Construido por Cayo Julio Lácer, en el S.II d.C. La villa nació una vez el puente ya existía, pues era una vía de comunicación entre pueblos del imperio. Más adelante, fue clave para la orden militar de Alcántara, pues era el único acceso a la localidad desde Portugal. Su autor dejó en él inscrito: Pontem perpetui masvrvm in secula mundi (el puente que permanecerá en pie por los siglos del mundo). ©Carlos Criado Fotografía

La propia agencia estadounidense NASA, ha elegido en más de una ocasión las fotos nocturnas tomadas en la noche extremeña como las mejores del mundo entre miles recibidas de todo el planeta. Además, la Fundación Starlight ha distinguido como Destinos Starlight por su nivel de excelencia los cielos de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, Las Hurdes y Moraleja en la provincia de Cáceres. Hay que sumarles, en la provincia de Badajoz, la Sierra Suroeste y la zona de Alqueva que comparten Extremadura y Portugal.

Alcuéscar. La Basílica Santa Lucía del Trampal es un templo visigodo del S.VII, al sur de la Península Ibérica, declarado Bien de Interés Cultural. Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura hispano-visigoda de España, enclavada en un entorno de gran belleza, en la falda de la sierra del Centinela. ©Fotodronextremadura
Alcuéscar (Cáceres). La Basílica Santa Lucía del Trampal es un templo visigodo del S.VII, al sur de la Península Ibérica, declarado Bien de Interés Cultural. Es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura hispano-visigoda de España, enclavada en un entorno de gran belleza, en la falda de la sierra del Centinela. ©Carlos Criado Fotografía

Hay, además, una red de miradores celestes (algunos de ellos: Arroyo de la Luz, Castuera, Fuentes de León, Garciaz, Logrosán, Perales del Puerto, Serrejón, o Valencia de Alcántara), y senderos luminosos que invitan a disfrutar del espectáculo del cielo en estas tierras desde rincones excepcionales.

Alcántara. Cantera convertida en piscina natural. Área natural del Parque Natural Tajo-Tejo Internacional. ©Fotografía Carlos Criado
Alcántara (Cáceres). Cantera convertida en piscina natural. Área natural del Parque Natural Tajo-Tejo Internacional. ©Carlos Criado Fotografía

Para vivir la magia de la noche en Extremadura los ojos son el mejor instrumento. Se puede alzar la vista desde la calmada dehesa, al abrigo de su arboleda o de sus viviendas tan auténticas porque son construcciones cargadas de historia.

Alcántara. Peña La Buraca o Canchal de los ojos. Bien de Interés Cultural, categoría de zona arquitectónica. Se encuentra dentro de un asentamiento con abundantes restos arqueológicos. Identificada tradicionalmente con un santuario prehistórico. ©Carlos Criado Fotografía
Alcántara (Cáceres). Peña La Buraca o Canchal de los ojos. Bien de Interés Cultural, categoría de zona arquitectónica. Se encuentra dentro de un asentamiento con abundantes restos arqueológicos. Identificada tradicionalmente con un santuario prehistórico. ©Carlos Criado Fotografía

También se puede preferir dirigir la mirada a través de las puertas, ventanas y balcones de cuidada arquitectura que hay en los conjuntos históricos y patrimoniales de tantos municipios extremeños.

Visitando Extremadura y su cielo, siempre se conseguirá el gran regalo de entregarse a la belleza y al exclusivo placer de atesorar esos momentos únicos que se guardan en la retina y tanto enriquecen.