«Música maestro» todo el año en Extremadura

La música suena en Extremadura todo el año con más de una veintena de festivales que atraen la atención de melómanos de todos los gustos. Clásica, folk, pop, flamenco, o rock con actuaciones en diversos espacios al aire libre en escenarios monumentales y con encanto que se encuentran en ciudades y pueblos de Extremadura.  Momentos muy exclusivos, en los que la silueta de los instrumentos dibuja imágenes llenas de magia sobre fachadas que respiran historia.

La agenda musical extremeña quiere reconocer y valorar los centros urbanos, sus plazoletas y elegantes rincones. Son espacios que cobran vida de la mano de los artistas y el público que acude a seguirles y compartir ritmos, cadencias, melodías.

El Womad, en Cáceres es el buque insignia de los festivales en Extremadura. Se celebra en primavera y la Plaza Mayor, Ciudad Monumental y su entorno, son sus espacios vitales. También durante el mes de julio tiene lugar el Festival Internacional de Música “Ciudad Monumental de Cáceres”.

Entre abril y diciembre en la capital cacereña, en el área patrimonial, se realizan seis grandes eventos musicales, menos Extremúsika, que tiene lugar en el recinto hípico. La Plaza de Santa María, donde se encuentra la Concatedral de Santa María de Cáceres, es el escenario del Cáceres Irish Fleadh en septiembre y del Cáceres Blues Festival, en octubre. A tan sólo unos pasos del icónico Arco de la Estrella, es el punto de encuentro ideal para descubrir la Cáceres de las casas nobles, y palacetes con sus escudos, blasones y emblemas.

Incluso, cuando la música suena en Cáceres de puertas adentro, se cuida el escenario, y buen ejemplo de ellos es el Encuentro Internacional de Música Norba Caesarina en el llamativo y conocido como “Chalé de los Málaga” situado en el Paseo de Cánovas, declarado Bien de Interés Cultural y representante de los edificios modernistas de la capital cacereña.

Se cuida la puesta en escena también en Badajoz, donde el Festival Ibérico de Música reparte en primavera sus conciertos entre la calle y edificios de distintos estilos arquitectónicos, como la iglesia de la Concepción o el Palacio de Congresos, modelo de arquitectura de vanguardia en Extremadura.

Suena también la música en las calles pacenses durante el Festival Folklórico Internacional que cada mes de julio reúne a grupos de todo el mundo que inundan la ciudad de color y tipismo. Y en Badasom, el Festival de Flamenco y Fado con artistas de primera fila de España y Portugal.

A final de año, Badejazz tiene en la terraza del Teatro López de Ayala uno de sus escenarios. Es un teatro con historia y encanto, igual que el Gran Teatro de Cáceres que acoge cada final de año el Festival Flamenco de Las Minas de Aldea Moret en el que se rinde homenaje al pasado minero de la ciudad.

En la Alcazaba de Badajoz, la más larga de España, se celebra en julio el Alcazaba Fest a cielo abierto, con conciertos de primeras figuras que llenan de energía y color este Monumento Histórico Artístico, almohade. Un mes después, otra muralla, la medieval de Torre Lucía en Plasencia, acoge el Festival Internacional Folk. Y en Mérida, el mes de septiembre lleva el Stone and Music Festival hasta el Teatro Romano que está declarado Patrimonio de la Humanidad.

Al margen de las ciudades, la música suena en Extremadura en destinos como Valencia de Alcántara, hasta donde llega parte del programa del Festival Internacional de Música de Marvao. Se puede disfrutar con conciertos en escenarios como la fachada de la iglesia de Nuestra Señora de Rocamador donde se casaron en el siglo XV el rey Don Manuel de Portugal e Isabel de Aragón, primogénita de los Reyes Católicos.

En la señorial Fregenal de la Sierra se celebra también en verano el Festival Internacional FestiSierra, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional. La localidad es Conjunto Histórico Artístico y entre su arquitectura destaca el castillo templario dentro del que hay mercado y plaza de toros, toda una singularidad.

Otro castillo, el de Valverde de La Vera, es el escenario del Valverde Green Festival. Es un evento de música de vanguardia que ofrece a sus seguidores la exclusiva experiencia de disfrutar de grupos con proyección, hacerlo en un pueblo precioso en el que el agua sigue corriendo por las calles, rodeado de charcos naturales.

Extremadura presume de tener el festival más pequeño del mundo, el Festivalino de Pescueza, una pequeña localidad del Valle del Alagón, en la que se da la bienvenida a la primavera con música que quiere destacar el medio rural y un entorno de naturaleza tan impresionante como los Canchos de Ramiro, para muchos una especie de mini parque de Monfragüe.

En otro de los espacios naturales más importantes de Extremadura, el Parque Natural Tajo Tejo Internacional, se celebra el Magosto Festival Celta Folk. Es en octubre, en la localidad de Carbajo, que pertenece a esta área declarada Reserva de la Biosfera UNESCO, por su rico patrimonio natural.

El festival Contemporánea es en verano una excusa perfecta para adentrarse en el patrimonio de la ilustre Olivenza, el municipio con tanta influencia portuguesa que es una excepción en Extremadura porque al mismo tiempo está considerado uno de los pueblos medievales más bonitos de España.

En Coria, el Festival Internacional de Guitarra que se celebra delante de su Catedral, mezcla los acordes clásicos con los más modernos, diseñando noches mágicas en el agosto extremeño. Igual que el de Arroyo de la Luz, en el corral de comedias de esta localidad en cuya iglesia de Nuestra Señora de la Asunción luce el mayor retablo de los que pintó in situ el internacional Divino Morales, cuya obra se expone en museos como el Prado de Madrid y el Metropolitan de Nueva York.