Extremadura puede presumir de ser la comunidad autónoma con más kilómetros de costa interior dulce. Son más de 1.500 a lo largo de los cuales se suceden playas fluviales, especialmente en la provincia de Cáceres, y playas de embalse en la provincia de Badajoz.
Por encima de todas destacan aquellas en las que ondea con orgullo la Bandera Azul que conceden la Secretaría de Estado de Turismo y la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor. Un sello que avala la calidad de las aguas y destacan el buen equipamiento y mantenimiento de sus instalaciones.
Son las playas premium de Extremadura, en las que disfrutar de deportes náuticos como la vela o el surf, nadar y refrescarse en verano o practicar senderismo durante todo el año y contemplar vistas y panorámicas en entornos espectaculares.
La Costa Dulce de Orellana, en la provincia de Badajoz, fue la primera playa de Extremadura que consiguió Bandera Azul en el año 2010, y tras ella se han ido sucediendo la playa de Alange; Campanario; Isla del Zújar en Castuera; Los Calicantos en Casas de Don Pedro; La Dehesa de Cheles; El Espolón –Peloche en Herrera del Duque y Talarrubias– Puerto Peña en Talarrubias. La lista se amplía en el año 2023 con la primera playa con Bandera Azul en la provincia de Cáceres con el reconocimiento de la playa del Cancho del Fresno de Cañamero, en el exclusivo Geoparque Villuercas-Ibores-Jara que es Patrimonio Unesco.
Estas playas son un auténtico reclamo para acercarse al patrimonio natural, histórico y cultural de los entornos en las que se enmarcan. Un punto de partida incomparable para descubrir las casas señoriales de Orellana La Vieja; el Balneario Patrimonio de la Humanidad de Alange; las ricas construcciones de Campanario, decoradas con mármoles y pinturas en su interior; las casas solariegas de Castuera y Herrera del Duque; el casco urbano en forma de estrella de Casas de Don Pedro con los escudos nobiliarios de sus fachadas, o las elegantes portadas con arco de granito de Cañamero.