Hay una Extremadura gourmet que perfuma sus mesas con el irresistible olor de los manjares de la tierra. Restaurantes que cuidan la cocina y los detalles, contando con el aplauso de gastrónomos profesionales. Y lo que es más importante, el reconocimiento de su clientela.
Encontramos establecimientos en entornos urbanos y rurales que ofrecen su encanto. Por eso han sido distinguidos por Michelín con sus brillantes estrellas o sus recomendaciones Bib Gourmand que premian la buena relación entre calidad y precio. Hacen lucir también Soles y Soletes Repsol, de manera que abrir sus puertas es toda una experiencia.
Atrio y Versátil, las Estrella Michelín de Extremadura
Atrio, en Cáceres, luce con sus prestigiosas tres Estrellas Michelín en el corazón de la ciudad monumental. Un templo de la cocina que brinda elegancia, servicio impecable y la pasión por los detalles de su chef Toño Pérez. Su famosa bodega es ya todo un reclamo y una experiencia difícil de disfrutar en otros establecimientos.
Con una Estrella Michelín se encuentra Versátil en Zarza de Granadilla. Es el sueño hecho realidad de los hermanos Hernández en su pueblo, en la comarca de Trasierra-Tierras de Granadilla. Alejandro, el cocinero, trabajó con Martín Berasategui. Tiene un comedor en la planta principal y un ambiente más informal en la parte baja, para tapear entre obras de arte que se pueden adquirir.
Michelín está también detrás de los Bib Gourmand, una lista que crece cada año. Algunos de sus restaurantes están en edificios históricos, como el cacereño Torre de Sande, “hermano pequeño” de Atrio, en un palacio del siglo XV cubierto de hiedra. Es el caso también de Tuétano en Mérida, sobre vestigios romanos visibles a través de un suelo de cristal. Alberca en Trujillo, en una de las señoriales casonas de piedra de su casco histórico. Otros establecimientos se encuentran en espacios rehabilitados como el molino que da nombre a El Molino de Madrigal de la Vera, al pie de la icónica Garganta de Alardos con su bonito puente. Los hay con excelentes vistas a la dehesa, como El Palancar en Pedroso de Acim, junto al Conventino, considerado el más pequeño de Europa y uno de los más pequeños del mundo, en el que vivió San Pedro de Alcántara. Hábitat Cigüeña Negra en Valverde del Fresno, estratégicamente ubicado en una finca de más de 220 hectáreas de Sierra de Gata donde se cría el RetWagyu, una variedad exclusiva que mezcla la sangre del retinto extremeño con el codiciado wagyu japonés.
Hay recomendaciones Michelín que sorprenden, como Parada de la Reina, un oasis del buen comer en la estación de autobuses de Plasencia o La Terracita de Navalmoral de La Mata, con una agradable terraza en plena zona industrial. Por no hablar del veterano Galaxia Cocina Pepehillo de Badajoz, con sus reconocibles ventanas circulares sobre la fachada.
Soles y Soletes Repsol
Los Soles y Soletes de Repsol brillan en la restauración extremeña. Desde los clásicos como los veteranos restaurantes Eustaquio Blanco de Cáceres y Marchivirito de Badajoz, que son toda una institución en materia de gastronomía. O el elegante Lugaris de la capital pacense, con una enoteca que tiene vinos de Italia y Hungría y de prácticamente todas las comunidades autónomas, al creativo Homarus de Cáceres. También brilla el Mandukar de Villanueva de La Serena, cuyo responsable Nicolás Gómez se formó bajo la mirada de Ferrán Adriá en el mítico El Bulli. O Dromo, el restaurante de la capital pacense del chef Juanma Salgado que en más de una ocasión ha representado con éxito a Extremadura en los prestigiosos premios Bocusse D’Or.
Hay espacios muy singulares con estos reconocimientos. Uno de ellos es la finca Los Confites en Jarandilla de La Vera, una granja orgánica para planes de fin de semana en la que se organizan actividades gastronómicas con productos recién recolectados de su huerta. O La Barca del Tío Vito en la señorial Herrera del Duque, en la Reserva de la Biosfera de La Siberia y con vistas al embalse del Cíjara.
Sentarse a la mesa en cualquiera de ellos es una experiencia gastronómica y sensorial. Una ocasión para descubrir la cocina de siempre o la innovación que funde en los paladares tradición y vanguardia.