Extremadura es un territorio de contrastes, un lugar idóneo donde comenzar un nuevo período de vida, y al que siempre hay que volver cuando se necesita desconectar y se busca tranquilidad.
Una región muy extensa y diversa, que esconde muchos secretos en un rincón geográfico de gran atractivo; que combina una inmensa herencia patrimonial, cultural, artística, gastronómica, y de tradiciones ancestrales. Sucesión de siglos de historia emocionante que viene marcada por el legado que ha recibido de sus antepasados lusitanos, romanos, visigodos, judíos, árabes y cristianos; influencias y vestigios que quedan reflejados tanto en su riqueza arquitectónica léxica o gastronómica.
Una tierra idónea para disfrutar de una propiedad singular, bien una vivienda y/o un negocio turístico, gastronómico o cultural enclavada en ciudades Patrimonio de la Humanidad, en pueblos con edificaciones y monumentos Patrimonio de la Unesco o de Bien de Interés Cultural, en localidades que esconden Conjuntos Histórico-Artísticos impresionantes, o en los pertenecientes a la red de los pueblos más bonitos de España.
Extremadura está íntimamente ligada a la naturaleza y a la vida rural que ha convivido muy bien durante siglos de historia en simbiosis con el entorno, pudiendo presumir de buen clima, calidad medioambiental, parajes naturales de gran belleza, de reservas de la Biosfera, de la relevancia de dos Geoparques Unesco, así como Parques Naturales; todos ellos, con un patrimonio geológico y de naturaleza singular. Sin olvidar la oportunidad de disponer de una vivienda ideal en medio de la extensa dehesa extremeña, consiguiendo la desconexión y privacidad elegida en el corazón de la naturaleza, bien en un cortijo, o en una finca ganadera, de caza o recreo.
De tierras fértiles, verdes serranías, dehesas repletas de encinares, olivos, viñedos, cereales, tierras de regadío y llanuras de pastos, con una extensa gastronomía, siendo despensa del sur de Europa, con ricos alimentos mediterráneos como el aceite de oliva, pimentón, quesos, cordero, ternera, vino, cerezas, tomate, arroz, y el mejor jamón ibérico de bellota.
Con una gran relevancia, tradición y desarrollo, la gastronomía extremeña no solo se saborea, también se vive y se comparte con la celebración de fiestas y rutas como la Fiesta del Cerezo en Flor, declarada de Interés Turístico Nacional, la Feria Nacional del Queso de Trujillo o Ruta Europea del Queso, las rutas del Jamón Ibérico Dehesa de Extremadura o del Vino Ribera del Guadiana.
En la Extremadura de pueblos y ciudades se organizan múltiples eventos culturales, contando con festivales que están entre los mejores de España, así como fiestas de interés turístico nacional e internacional. Todos ellos preservan a la perfección su autenticidad y el carisma de sus habitantes.
La influencia de la Raya, situación fronteriza estratégica, dos países en uno: España y Portugal, con casi trescientos kilómetros, y con una historia en común, enriquece los territorios que la comparten, viéndose reflejado en su riqueza patrimonial, histórica, cultural, social y de su gente. Recorrer ambos lados de La Raya permite descubrir imponentes estilos arquitectónicos dispares, que van desde el granito al ladrillo, pasando por la pizarra, el adobe y la caliza, donde se conjugan los más bellos estilos arquitectónicos, tanto lusos como españoles.
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